viernes, septiembre 18, 2009

Aniversarios que no importa olvidar

Hoy hizo once años que me casé. Curiosamente coincide con el día que le caduca a él su permiso de residencia en España. Once años desde aquella boda en el juzgado con dos testigos y nadie más. Trabajaban en el restaurante chino donde yo había trabajado como camarera y les pedí el favor. Dieciocho años desde que le conocí pues hacía ya siete años que vivíamos juntos, el había venido a España con dieciocho a estudiar y desde entonces estuvimos juntos, pero sus estudios terminaron. No se podían alargar más. La expulsión iría después de la retirada de su tarjeta de estudiante y antes de que algo así sucediera decidimos casarnos. No sirvió de nada, le mandaron volver a su país por un visado familiar y así estuvimos casi un año entero sin volver a vernos. Así comenzó nuestra separación y mi nueva odisea que quizá algún día me animé a escribir, cuando la tenga lo suficientemente lejos, como para que no me afecte.

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